El arquitecto de la Casa Blanca y dos escándalos transoceánicos

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Además de haber diseñado la Casa Blanca de Las Lomas, Miguel Ángel Aragonés creó el lujoso hotel El Encanto en Acapulco, que al igual que el otro inmueble ha sido motivo de escándalo.

Pero en España… El hermano de este arquitecto fue uno de los socios del consorcio constructor del complejo hotelero, junto con Sergio Kam y Jordi Pujol Ferrusola, personaje que está siendo sometido a las pesquisas de la justicia española por presuntos cobros de sobornos y lavado de dinero para invertirlo en El Encanto, entre otros negocios multimillonarios.

Las obras del arquitecto Miguel Ángel Aragonés se distinguen por sus trazos rotundos y ambientes minimalistas. Suelen aprovechar elementos naturales, como el mar, la vegetación del sitio, la luz natural o la iluminación artificial con llamativos colores para dar realce a los diseños.

Hotel Encanto Miguel Aragones 2

Sin embargo, dos de las edificaciones de Aragonés están en el centro del escándalo a ambos lados del Atlántico: una es la mansión popularmente conocida como la Casa Blanca, que mandó construir la actual esposa del presidente Enrique Peña Nieto, y el también multimillonario conjunto de hotel y villas de lujo denominado El Encanto, que, aun cuando se asienta en Acapulco, Guerrero, se halla relacionado con un proceso judicial en España.

El arquitecto de la elección de Rivera Hurtado para la Casa Blanca fue Miguel Ángel Aragonés. Es el mismo que edificó el hotel El Encanto y que en octubre del año pasado fue nombrado Arquitecto GQ por la revista de este nombre, que lo describe como “apasionado de las formas y el buen aprovechamiento de la luz natural”.

El Hotel Encanto se construyó en Acapulco con pocos recursos, materiales austeros y mano de obra de esa zona. La edificación trata de guardar la escala humana. En ocasiones estrecha, reducida, en diálogo o contraste con grandes alturas; rincones donde sólo caben dos personas, espacios muy íntimos que cubren y protegen a los huéspedes. En este hotel todo el tiempo cabe el asombro y no hay manera de no observar cada lugar, no hay forma de distraerse: áreas comunes, espacios privados, todos ellos creados para El Encanto. Es también un gran laberinto cuyas salidas se abren y rematan en el océano.

Hotel Encanto Miguel Aragones 3

Es un juego donde todo fue creado para generar una continua pulsión por el mar; para hacer que quienes lo habiten, busquen y encuentren la salida, lleguen siempre a él con la mirada, lo atrapen a obra arquitectónica siempre es mejor cuando predomina la economía y se transmite el mayor contenido con el menor número de materiales. Decir más, con menos: nada más ecológico y sustentable que eso. La parte física es la medible y la parte subjetiva se ocupa de la parte espiritual, no tangible. Las dos tienen la misma relevancia y debe lograrse su sintonía.

Un arquitecto que sólo atiende a la parte emocional, vuelve su obra una especie de escultura, y esto tiene más que ver con un ejercicio plástico. Es muy tentador para cualquier arquitecto sentirse artista, pero más bien somos ese híbrido que tiene que aterrizar, tomar en cuenta los requerimientos específicos de quienes van a habitar el espacio que creamos; y con esto me refiero concretamente a necesidades espirituales, físicas y económicas. Sin esos valores, la arquitectura fácilmente se diluye. Eficiencia en el uso los materiales, aprovechamiento de todos los recursos, materiales pertinentes a una construcción, es la parte cuantificable, objetiva, que no puede perderse de vista, por más creativa o por más artística que quiera ser la arquitectura.

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